En 1910, Clara Zetkin declara el 8 de marzo como el día internacional de la mujer trabajadora reconociendo que las mujeres han sido siempre sujetas de trabajo. Es importante declarar esto porque el sentido común a veces nos hace creer que las mujeres que lavan, planchan educan y hacen trabajos del cuidado no trabajan. Lo que ocurre en realidad es que ese es un trabajo no remunerado sobre el cual descansa el modelo económico y sin el cual probablemente el capitalismo no se habría desarrollado a este punto.
Las mujeres producen mucha riqueza con todas esas horas de trabajo de las que se apropian otros. También conmemoramos a las trabajadoras de fábricas que hicieron huelgas por las precarias condiciones de trabajo y bajos sueldos y que fueron reprimidas y llevadas hasta la muerte en el caso de la fábrica de Nueva York. Al parecer, hay intereses muy poderosos que controlan lo que una mujer adecuada debe ser y parecer porque hay intereses económicos que descansan en esta inequidad de género.
Hoy llevamos con nosotras, y con pesar y fuerza, las luchas de mujeres incorrectas, lesbianas, solteras, marimachos, chicas trans que cada día se juegan la vida por desobedecer los mandatos del género que protegen el hetero patriarcado.