El 8 de diciembre de 1980, las balas asesinas de Mark Chapman, terminaron con la vida de John Lennon y lo convirtieron, si es que aún no lo era, en un dios de la modernidad. El escritor Norman Mailer afirmó: «Hemos perdido a un genio del espíritu». Como reacción inmediata a su muerte, los seguidores de Lennon llevaron póstumamente «Imagine» al número uno de las listas y nunca tal número de seres humanos habían llorado tanto al escuchar una canción.
Lennon nació en Liverpool, Inglaterra el 9 de octubre de 1940, casualmente durante un bombardeo nazi en la segunda guerra mundial. Hijo de un marino que visitaba poco el hogar, hasta que desapareció por completo y de Julia Stanley, que también desapareció, dejando a John al cuidado de su tía Mary.
Siendo adolescente, formó la banda The Quarrymen en 1956, que posteriormente en 1960 se convertiría en The Beatles. Cuando el grupo se desintegró, Lennon inició su prolífica carrera como solista, que estuvo marcada por varios álbumes que se convirtieron en clásicos y canciones icónicas como ‘Give Peace a Chance’ o ‘Imagine’ la mayoría de ellas conteniendo sus ideas liberales y pacifistas. Después de contraer matrimonio con Yoko Ono en 1969, cambió su nombre a John Ono Lennon y se retiró de la escena musical en 1975 para criar a su pequeño hijo Sean, hasta 1980 donde reaparece con particular éxito con el nuevo álbum «Double Fantasy».
El día siguiente a la muerte de John, Yoko Ono declaró: «No hay ningún funeral para John. John amó y rezó por la raza humana. Por favor, hagan lo mismo por él. Con cariño, Yoko y Sean».